Conocí a Rocio Sierra en un taller de Desarrollo humano, y desde que la vi algo me llamó y fue un proceso muy natural, porque yo estaba en la búsqueda de mi misma y traía conflictos muy fuertes. Estaba perdida, yo estaba buscando las respuestas afuera. Tuve la paciencia, la entrega y la disciplina para estar aquí.